Al igual que a una recepción ante SSMM los Reyes de España no se le ocurriría ir en chandal, pues hay pautas parecidas y generalmente con las mismas justificaciones para no ir de tal guisa en un templo católico.
No se nos ocurriría ni por asomo ir en tirantes, con chancletas, pantalones shorts, etc.
Iremos añadiendo poco a poco algunas de ellas sin llegar a ser exhaustivos.
Si asistiesemos a una recepción, lo primero que hariamos sería visitar o consultar alguna página referente al protocolo. Pues en un templo nos encontramos ante el Rey de Reyes y Señor de Señores; tanta más razón para vestirnos de una forma correcta y en esto también existe un protocolo. El cual por otra parte es el mismo o parecido al que deberiamos usar en un acto público o privado que necesite protocolo.
La importancia del vestuario y la imagen. ¿Qué me pongo?
La imagen es tan importante, que en muchos casos, sin una buena
imagen no podrá llegar a demostrar su buena educación, su saber hacer, sus
conocimientos profesionales.
Los modales son una parte muy importante
de la formación y educación de cualquier persona, pero saber cómo vestirse, qué
ponerse en cada momento y dar una buena imagen es muy importante. Sacar
provecho de la imagen es socialmente muy importante. Políticos, actores,
periodistas que salen en televisión, etc. saben muy bien cómo sacarle provecho
a su imagen. Muchos de ellos tienen sus propios asesores de imagen para no
cometer errores.
Cada persona tiene sus propias características que lo definen
físicamente: una altura y peso determinado, una forma particular de la cara, un
determinado color de la piel, del pelo, de los ojos ... y como no una
determinada edad. "Jugando" con estos factores y otras muchas
variables se puede llegar a sacar un buen provecho dando importancia a unas cosas
y restándosela a otras. Lo que de forma coloquial podría decirse
"disimulando defectos" y "potenciando virtudes".
Elegir un vestuario es similar a escribir una carta. No, no nos
hemos vuelto locos. Es un símil que explicamos a continuación.
Una carta tiene una cabecera, un cuerpo y una despedida, y se
redacta en función de a quién va dirigida, con que motivo, etc.
Elegir el vestuario es parecido. Cuando usted se levanta de la
cama debe pensar donde va a ir ese día, a quien va a ver, que compromisos
tiene, etc. La carta debe dar una buena imagen de quien la escribe. Una persona
debe dar buena imagen de si misma. Ser correcto y educado, tener buenas
maneras, ser atento ... es muy importante, pero tener buena imagen es la mejor
carta de presentación.
La imagen es tan importante, que en muchos casos, sin una buena
imagen no podrá llegar a demostrar su buena educación, su saber hacer, sus
conocimientos profesionales o cualquier otro tipo de bagaje que usted tenga.
Una mala imagen le puede cerrar muchas puertas.
Como se ha comentado en otros artículos de esta web, además del
vestuario es importante tener una higiene personal adecuada: ser limpios,
cuidar las manos, el cabello, las uñas, etc.
El vestuario, debe lucir siempre bien limpio, planchado y en
perfecto estado de conservación. De nada sirve utilizar ropa de calidad y/o de
marca, si ésta tiene manchas, está arrugada, tiene rotos o descosidos, etc. De
la misma manera, hay que adecuar el vestuario a la edad. No hay cosa más
ridícula que gente de cierta edad avanzada luciendo prendas juveniles.
Tanto los hombres como las mujeres deben contar con un ropero
básico o fondo de armario, tema ya tratado en otros artículos de la web, que
pueda cubrir las necesidades más básicas de su vida cotidiana tanto a nivel
social, como laboral y familiar. Combinando adecuadamente un "set" de
prendas básicas se pueden cubrir casi todo tipo de necesidades en cuanto al
vestuario se refiere.
El vestuario del hombre suele ser bastante clásico y menos
surtido, en cuanto a tipos de prendas, no en cuanto a cantidad, que el
vestuario femenino. Los hombres suelen vestir de traje, o bien un pantalón
combinado con una chaqueta, o bien con un jersey. El pantalón, la camisa, la
chaqueta, el jersey, el polo o camiseta ... y pocas prendas más son el vestuario
más utilizado por el hombre. En cambio la mujer suele tener un surtido de
prendas mucho mayor con el que hacer combinaciones. Podrían ser todas las
prendas del vestuario masculino más las propias del vestuario femenino,
dependiendo del estilo de cada mujer. Hay estilos muy femeninos y estilos un
poco masculinizados.
A la hora de elegir el
vestuario a lucir hay qué tener en cuenta algunos factores importantes: en qué
época del año está, en qué lugar, a donde va a ir, con quién se va a ver, con
qué motivo y a qué hora.
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